The Unknown University (22 page)

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Authors: Roberto Bolaño

Tags: #Poetry, #General, #Caribbean & Latin American

BOOK: The Unknown University
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HABLAN PERO SUS PALABRAS
NO SON
REGISTRADAS

Es absurdo ver princesas encantadas en todas las muchachas que pasan.
El
adolescente flaco silbó con admiración.
Estábamos en la orilla de la represa y el
cielo era muy azul.
A lo lejos se veían algunos pescadores y el humo de una chimenea
ascendía sobre el bosque.
Madera verde, para quemar brujas, dijo el viejo casi sin
mover los labios.
En fin, hay un montón de chicas bonitas acostadas en este momento
con tecnócratas y ejecutivos.
A cinco metros de donde me hallaba saltó una trucha.
Apagué el cigarrillo y cerré los ojos.
Primer plano de muchacha mexicana leyendo.
Es
rubia, tiene la nariz larga y los labios delgados.
Levanta la vista, mira hacia la
cámara, sonríe calles húmedas después de lluvias de agosto, septiembre, en un D.F.
que ya no existe.
Camina por una calle de barrio vestida con abrigo blanco y botas.
Con el dedo índice aprieta el botón del ascensor.
El ascensor baja, ella abre la
puerta, aprieta el número del piso y se mira en el espejo.
Sólo un instante.
Un
hombre de treinta años, sentado en un sillón rojo, la mira entrar.
El sujeto es
moreno y le sonríe.
Hablan pero sus palabras no son registradas en la banda sonora.
De todas maneras debe ser algo así como qué tal te ha ido, estoy cansada, en la
cocina hay una torta de aguacate, gracias, y una cerveza en el refrigerador.
Afuera
llueve.
La habitación es cálida, con muebles mexicanos y alfombras mexicanas.
Ambos
están estirados en la cama.
Leves relámpagos blancos.
Abrazados y quietos, parecen
niños agotados.
(En realidad no tienen motivos para estarlo.) La cámara los toma en
gran picado.
Dame toda la información del mundo.
Franja azul.
¿Como un jorobadito
azul?
Él es un cerdo pero sabe mantener la ternura.
Es un cerdo, pero es dulce su
mano rodeándole el talle.
El rostro de ella se hunde entre la almohada y el cuello
de su amante.
La cámara los toma en primer plano: rostros impasibles que de alguna
manera, y sin desearlo, te apartan.
El autor mira largo rato las mascarillas de
yeso, después se cubre la cara.
Fundido en negro.
Es absurdo pensar que todas las
muchachas hermosas salen de allí.
Se suceden imágenes vacías: la represa y el
bosque, la cabaña que tenía encendida la chimenea, el amante con bata roja, la
muchacha que se vuelve y te sonríe.
(No hay nada diabólico en todo esto.) El viento
mueve los árboles de los barrios residenciales.
¿Un jorobadito azul en el otro lado
del espejo?
No sé.
Se aleja una muchacha arrastrando su moto por el fondo de la
avenida.
De seguir en esa misma dirección llegará al mar.
Pronto llegará al mar.

 

THEY TALK BUT THEIR WORDS
DON'T
REGISTER

It’s absurd to see an enchanted princess in every girl who walks by.
The
skinny adolescent whistled in admiration.
We were on the edge of the reservoir and
the sky was very blue.
A few fishermen were visible in the distance and smoke from a
chimney rose over the trees.
Green wood, for burning witches, said the old man, his
lips hardly moving.
The point is, there are all kinds of pretty girls in bed at this
very moment with technocrats and executives.
Five yards from me, a trout leaped.
I
put out my cigarette and closed my eyes.
Close-up of a Mexican girl reading.
She’s
blond, with a long nose and narrow lips.
She looks up, turns toward the camera,
smiles: streets damp after the rains of August, September, in a Mexico City that
doesn’t exist anymore.
She walks down a residential street in a white coat and
boots.
With her index finger she presses the button for the elevator.
The elevator
arrives, she opens the door, selects the floor, and glances at herself in the
mirror.
Just for an instant.
A man, thirty, sitting in a red armchair, watches her
come in.
He’s dark-haired and he smiles at her.
They talk but their words don’t
register on the soundtrack.
Anyway, it must be something like how was your day, I’m
tired, there’s an avocado sandwich in the kitchen, thanks, and a beer in the
refrigerator.
Outside it’s raining.
The room is cozy, with Mexican furniture and
Mexican rugs.
The two of them are lying in bed.
Small white flashes of lightning.
Entwined and still, they look like exhausted children.
(They really have no reason
to be tired.) The camera zooms out.
Give me all the information in the world.
Blue
stripe.
Like a blue hunchback?
He’s a bastard but he knows how to feign tenderness.
He’s a bastard but his hand on her side is gentle.
Her face is buried between the
pillow and her lover’s neck.
The camera zooms in: impassive faces that somehow,
without intending to, shut you out.
The author stares for a long time at the plaster
masks, then covers his face.
Fade to black.
It’s absurd to think that this is where
all the pretty girls come from.
Empty images follow one after the other: the
reservoir and the woods, the cabin with a fire in the hearth, the lover in a red
robe, the girl who turns and smiles at you.
(There’s nothing diabolic about any of
it.) The wind tosses the neighborhood trees.
A blue hunchback on the other side of
the mirror?
I don’t know.
A girl heads away, walking her motorcycle toward the end
of the boulevard.
If she keeps on in the same direction, she’ll reach the sea.
Soon
she’ll reach the sea.

 

LITERATURA PARA ENAMORADOS

Me quedé en silencio un momento y luego pregunté si él creía realmente
que Roberto Bolaño ayudó al jorobadito sólo porque hacía años había estado enamorado
de una mexicana y el jorobadito también era mexicano.
Sí, dijo el guitarrista,
parece mala literatura para enamorados, pero no encuentro otra explicación, quiero
decir que en esa época Bolaño tampoco andaba muy sobrado de solidaridad o de
desesperación, dos buenas razones para ayudar al mexicano.
En cambio, de nostalgia .
.
.

 

ROMANCE NOVEL

I was silent for a moment and then I asked whether he really thought
Roberto Bolaño had helped the hunchback just because years ago he was in love with a
Mexican girl and the hunchback was Mexican too.
Yes, said the guitarist, it sounds
like a cheap romance novel, but I don’t know how else to explain it, I mean in those
days it wasn’t like Bolaño was overflowing with solidarity or with desperation, two
good reasons to help the Mexican.
But with nostalgia, on the other hand .
.
.

 

SINOPSIS.
EL VIENTO

Sinopsis.
El jorobadito en el terreno colindante al camping y las pistas
de tenis.
Agoniza en Barcelona un sudamericano, Distrito V, en un dormitorio que
apesta.
Hace mucho se fue la judía.
Redes policiales.
Tiras que follan con muchachas
sin nombre.
El escritor inglés habla con el jorobadito en el bosque.
Agonía y un
sudamericano canalla viajando.
Cinco o seis camareros regresan al hotel por una
playa solitaria.
Comienzos del otoño.
El viento levanta arena y los cubre.

 

SYNOPSIS.
THE WIND

Synopsis.
The hunchback on the land adjacent to the campground and the
tennis courts.
In Barcelona, District V, a South American is dying in a
foul-smelling room.
The Jewish girl left a while ago.
Police dragnets.
Cops who fuck
nameless girls.
The English writer talks to the hunchback in the woods.
Death throes
and an asshole from South America, on the road.
Five or six waiters return to the
hotel along a deserted beach.
Stirrings of autumn.
The wind whips up sand and buries
them.

 

CUANDO NIÑO

Escenas libres kaputt, tipos de pelo largo otra vez por la playa pero
tal vez sólo esté soñando árboles humedad libros de bolsillo toboganes al final de
los cuales te espera una niña o un amigo o un automóvil negro.
Dije espera un
movimiento de cuerpos pelos brazos tatuados elegir entre la cárcel o la cirugía
plástica dije no me esperes a mí.
El jorobadito recortó algo que podríamos decir era
un póster en miniatura y nos sonrió desde la rama de un pino.
Estaba encaramado
sobre un pino, no sé cuánto tiempo llevaba allí arriba .
.
.
«No puedo registrar las
frecuencias velocísimas de la realidad» .
.
.
«El giro de una muchacha que sin
embargo no se mueve, clavada sobre una cama que está clavada sobre el parquet que
está clavado, etc.» .
.
.
«Cuando niño solía soñar algo así
» .
.
.
«La
línea recta es el mar en calma, la curva es el mar con oleaje y la quebrada es la
tempestad» .
.
.
«Bueno, supongo que ya poca
estética
queda en mí» .
.
.
«
» .
.
.
«Un barquito» .
.
.
«
» .
.
.
«
» .
.
.

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