Nueva York (149 page)

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Authors: Edward Rutherfurd

Tags: #NOVELA HISTÓRICA. Ficción

BOOK: Nueva York
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Qué agradable era encontrarse en ese lugar bajo el sol. Incluso allí, en Nueva York, a veces se detenía el tiempo.

De improviso tuvo una especie de revelación. Aquel jardín llamado Strawberry Fields donde había estado y la Freedom Tower en la que había pensado, colocados juntos, ¿no contenían las dos palabras que definían la sustancia de su ciudad, las dos que realmente contaban? Él así lo consideraba. Dos palabras: una era un invitación y la otra un ideal, una aventura, una necesidad. «Imagine» decía el jardín. «Freedom» decía la torre. Imagina la libertad. Ése era el espíritu, el mensaje de aquella ciudad que tanto amaba. Con eso quedaba dicho todo. Había que soñar para luego plasmar el sueño en la realidad. Antes había que soñar, sin embargo.

Imaginar la libertad. Eso era algo perenne.

Agradecimientos

Durante la fase de investigación previa a la redacción de esta novela, consulté muchos libros, artículos y fuentes diversas. Aquí querría dejar constancia de mi gratitud a las siguientes personas.

Mi más sentido agradecimiento para el profesor Kenneth T. Jackson, por su amable asesoramiento y por
The Encyclopedia of New York City
, que ocupa un lugar de privilegio en mi escritorio, junto al magnífico
Gotham
, de Edwin G. Burrows y Mike Wallace.

Tengo contraída una deuda con los directores y el personal de la Biblioteca Pública de Nueva York. Agradezco también la amable ayuda recibida de todo el personal del Museum of the City de Nueva York, la NewYork Historical Society, el American Museum of Natural History, el American Indian Museum, el South Street Seaport, el Lower East Side Tenement Museum, Ellis Island Immigration Museum, y en concreto a Carol Willis por su ayuda y orientación en el Skyscraper Museum.

Uno de los aspectos que más placer me procura mi actividad profesional es la oportunidad de trabajar con ilustres historiadores, eruditos y expertos para la preparación de mis libros. Quienes cito a continuación han tenido la bondad de leer secciones de mi manuscrito, en más de un caso de varios centenares de páginas, efectuar correcciones y transmitirme valiosos consejos. Me corresponde pues el privilegio de dar las gracias a Graham Russell Hodges, profesor de historia del periodo colonial americano en la Colgate University; Edwin G. Burrows, profesor de historia en el Brooklyn College, Universidad de la Ciudad de Nueva York; Christopher Gray, especialista de historia metropolitana y columnista del
New York Times
; Barry Moreno, encargado de la biblioteca Bob Hope Memorial de Ellis Island; el rabino Robert Orkand, del Templo Israel de Westport, Connecticut; y Mark Feldman, de Weston, Connecticut. De las inexactitudes que puedan haber quedado, la responsabilidad es sólo mía.

Merece una mención especial asimismo Dan McNerney por su inestimable colaboración en mi investigación. Y aunque el espacio no permita trazar una lista completa de todas las personas que tuvieron la amabilidad de prestarme ayuda, apoyo e información durante la gestación de este libro, querría destacar en particular a: Theresa Havell Carter, Sam Delgado, Harry Morgan, Joan Morgan, Miles Morgan, Maria Pashby, Michele Kellner Perkins, Ed Reynolds, Winthrop y Mary Rutherfurd, Susan Segal, Tim Smith y la difunta Isabella H. Watts.

Estoy muy agradecido a Mike Morgenfeld por el diseño de los mapas y a Heidi Boshoff por la extraordinaria eficacia con que preparó el manuscrito.

Finalmente, como siempre, doy las gracias a mi agente Gill Coleridge, sin el cual me sentiría completamente perdido, y a mis magníficos editores, Oliver Johson de Century y William Thomas de Doubleday, cuya ejemplar minuciosidad y respuestas creativas a diversos problemas han servido para aportar considerables mejoras a este manuscrito, y a Charlotte Haycock de Century y Melissa Danaczko de Doubleday por la amabilidad y paciencia con que me orientaron en las últimas fases de redacción del libro.

Notas

[1]
Mercenarios alemanes al servicio de los británicos
(N. de la T.)
<<

[2]
Dixie
es el sobrenombre con que se conoce el Sur de los Estados Unidos. Esta canción fue el himno oficioso de los soldados sudistas.
(N. de la T.)
<<

[3]
Canción que hace referencia al activista abolicionista John Brown y que se convirtió en himno nordista durante la guerra de Secesión.
(N. de la T.)
<<

[4]
Flapper
es un anglicismo que se utilizaba en los años 1920 para referirse a un nuevo estilo de vida de mujeres jóvenes que usaban faldas cortas, no llevaban corsé, lucían un corte de cabello especial (denominado
bob cut
) y escuchaban música no convencional para esa época (jazz), que también bailaban. Las
flappers
usaban mucho maquillaje, bebían licores fuertes, fumaban, conducían, con frecuencia a mucha velocidad, y tenían otras conductas similares que eran un desafío a las leyes o contrarias a lo que se consideraba en ese entonces socialmente correcto.
(N. de la E.D.)
<<

[5]
Medidas económicas y sociales adoptadas en Estados Unidos entre 1933 y 1939, bajo la presidencia de F.D. Roosevelt, para remediar los devastadores efectos de la crisis de 1929.
(N. de la T.)
<<

[6]
En hebreo: correcto, apropiado. Se refiere a los alimentos que cumplen los preceptos de la religión judía en lo concerniente a su pureza.
(N. de la E.D.)
<<

[7]
Personas de raza blanca, de origen anglosajón y protestante. De «White, Anglosaxon, Protestant».
(N. de la T.)
<<

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