Authors: Christopher Moore
—Estará bien —dijo Kona—. La oreja se le cura en minutos y estará dando murga muchas semanas.
—¿Cuánto tiempo necesitarás para subir al Cuervo el resto del material de dibujo?
—Está todo a bordo, señora.
—Entonces zarpemos, capitán.
—Sí, sí, señora.
Jody se volvió hacia Okata, que había estado allí en silencio, con los ojos muy abiertos, contemplando toda la escena.
—Esto es para ti —dijo, enseñándole los viales—. Yo te ayudaré. Espero que te gusten las escenas nocturnas. Vas a tener que hacer muchos grabados. Pero tendrás tiempo.
—Vale —dijo el espadachín con una sonrisa.
Las crónicas de Abby Normal,
nosferatu fallida, moradora diurna con el corazón roto y depuesta señora sustituta de la zona de Gran Bahía de noche
Ya no tengo mis embriagadores poderes de la noche, no tengo a mi esclavo sexual con el pelo a lo manga y una pasada de buga, ni siquiera tengo mi cola y, lo que es peor, no tengo a mi condesa. Desde el muelle la vimos alejarse hasta más allá de Alcatraz, justo antes del alba, a bordo de su velero, con el imbécil rastafari pilotando el
Cuervo
.
Entonces llegaron Rivera y Cavuto a toda leche en su polimóvil marrón mierda y saltaron fuera del coche en plan «hemos visto muchas series de polis y sabemos cómo aparentar que llevamos prisa».
Y Cavuto va y dice: «Ni se mueva, señorita». Y vuelve a apuntarme con un Super Soaker. Esta vez uno amarillo.
Y Rivera sale todo agachado por el otro lado del muelle, como si no lo viéramos, aunque el muelle solo tiene como cinco metros de ancho y no hay donde esconderse y está a punto de amanecer.
Y Tommy va y dice: «Chicos, seguramente debería explicaros…».
Pero antes de que pueda decir algo, me levanto de un salto y les suelto: «¡Rawr!», poniendo las manos en plan garra de monstruo y haciéndoles una mueca de las que dan miedo.
Y encienden las chupas solares y nos disparan a Tommy y a mí con el Super Soaker hasta que nos quedamos mojados y riéndonos con tantas ganas que nos caemos el uno encima del otro. Y Marvin sale del coche por la ventanilla y corre hacia nosotros con su versión perruna del «¿Quéeeeee?» en la cara, porque en su trabajo de perro de cadáveres no ve reírse a mucha gente.
Y Rivera mira a Cavuto, y entonces apaga su chupa solar, y Cavuto apaga la suya, mientras sujeta su rifle de agua como si acabara de convertirse en un zurullo amarillo gigante. Y suelta: «Hay que joderse».
Y voy yo y digo: «Oh, oso del culo, me has puesto toda mojada», lo cual hizo que nos riéramos aún más, y Marvin vino corriendo y empezó a lamerme la cara, lo que hizo que me riera todavía más, hasta que por fin Rivera sacó las esposas y dejamos de reírnos.
Así que les explicamos que los vampiros viejos habían muerto y que ellos se habían deshecho de todos los mininos vampiro y de Chet, y que todos los demás habían sido reconvertidos en humanos como nosotros, y que todo estaba bien, así que solo tenían que tranquilizarse de una puta vez.
Y Rivera dice: «¿Qué pasa con el barco negro?».
Y los dos decimos: «Era propiedad de un archimillonario muy excéntrico y los vampiros se lo robaron, pero ahora que han muerto vuelve a casa».
Y Rivera suelta: «Pero el Emperador dice…».
Y yo le digo con tono burlón de morirse: «Por favor, cabronazo, ¿te refieres al Emperador de San Francisco, protector de Alcatraz, Sausalito y la isla Treasure?».
Y Rivera dice: «Vale, buen argumento».
Y entonces llegan los Animales en dos coches y salen de ellos cargados con pistolas de agua y con aspersores de jardín, y el Emperador y sus perros con ellos, y todos vienen listos para liarse a hostias, cuando Rivera los para y les explica todo y se van para pillarse un pedo y el Emperador baja hasta el borde del muelle para ver que el Cuervo se dirige hacia el Golden Gate.
Pues eso, que para entonces ya sale el sol y Rivera y Cavuto se dan cuenta de que no somos vampis para nada, así que cogen a Marvin y se suben a su polimóvil marrón mierda y se van.
Así que Tommy y yo nos quedamos allí, al borde del muelle, y ya apenas podíamos ver el
Cuervo
, que estaba a la altura del Golden Gate con todas las velas desplegadas, plateadas bajo el sol.
Y voy yo y digo: «Deberíamos ir a por el dinero que la condesa escondió en la azotea. Son como trescientos mil dólares». Antes de irse, la condesa nos dijo dónde estaba. Dijo que ella no lo necesitaría.
Y él dice: «Sí. Igual nos cuesta un poco más subir hasta allí ahora que no tenemos superpoderes».
Y yo: «Dijo que había una escalera de incendios que subía casi hasta arriba».
Y él: «Vale». Y mientras sigue mirando el barco.
Así que le suelto: «Ya sé que no eres un nosferatu, pero sigo pudiendo ser tu esbirra si necesitas una».
Y él me suelta: «Tengo el corazón algo roto».
Y yo respondo: «Yo también».
Y él dice: «Además, creo que ahora estás por encima del nivel de esbirro».
Así que le digo: «Podría ser tu novia».
Y él me viene con: «Creía que querías a Fu».
Y yo le digo: «Y lo quiero, o así».
Así que entonces me dice: «Creía que querías a Jody».
Y yo replico: «La quiero. Soy poliamorosa».
Y él dice: «¿Ahora quieres follar con policías?».
Iba a sacudirle, pero vi que sonreía, así que solo le di un codazo en las costillas, en plan «serás capullo», mientras veíamos desaparecer el barco entre la niebla que había más allá del puente.
Y él dice: «¿Cuándo crees que volverá el
Cuervo
?».
Y yo pongo voz de dar miedo: «Nunca más».
Entonces me mira con una gran sonrisa y me coge de la mano. Y yo me muero de ganas de besarlo, con mucha desesperación y mucha lengua y eso. Pero entonces tendría que abofetearlo, para que no me considerase una zorra, dado que apenas hacía unas horas que habían roto conmigo. Pero entonces pensé que él podía abofetearme a mí por el mismo motivo, así que en vez de un beso decido montarme una danza de caderas de celebración por el amor prohibido, cosa que le hace sonreír como a un idiota.
Así que nos quedamos allí parados, cogidos de la mano, mirando hacia donde había estado atracado el barco, dándonos cuenta de que el puto futuro se nos presentaba giganormemente tremendo. Como el abismo, solo que con mejor iluminación, ¿sabéis?
Y voy yo y le suelto: «¿Qué hacemos ahora, so paleto?».
Entonces me suelta: «Creo que voy a escribir un libro».
1
.- Amigo para siempre. (En el original, BFF, best friend forever.)
2
.- Es el himno nacional de Estados Unidos, que literalmente significa «la bandera tachonada de estrellas».