Las mujeres de César (144 page)

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Authors: Colleen McCullough

Tags: #Histórica

BOOK: Las mujeres de César
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En algunas áreas el Senado tenía supremacía, a pesar de su falta de poder legislativo: el
fiscus
estaba controlado por el Senado, lo mismo que el Tesoro; los asuntos extranjeros estaban reservados para el Senado; el nombramiento de los gobernadores de las provincias, la regulación de los asuntos de las mismas y las guerras recibían solamente atención del Senado.

senatus consultum
. Véase
consultum
.

senatus consultum de re publica defendenda.
Era el decreto último del Senado, y se conoció así hasta que Cicerón abrevió el título entero llamándolo
senatus consultum ultimum
. Databa del año 121 a. J.C., cuando Cayo Graco recurrió a la violencia para impedir que sus leyes fueran abolidas; el decreto último quería decir que en emergencias civiles el Senado podía, aprobándolo, anular la autoridad de todos los demás cuerpos de gobierno. Este decreto último proclamaba la soberanía del Estado y establecía lo que de hecho era la ley marcial. En realidad era un modo hábil de evitar nombrar un dictador.

senatus consultum ultimum
. Era el nombre que en la época de que trata este libro se daba con mayor frecuencia al
senatus consultum de
re publica defendenda
. Ciertamente Cicerón lo empleó, y a él le atribuyo yo el origen, aunque sólo es una suposición.

sestercio.
Aunque el denario era una moneda más corriente en circulación que el sestercio, los procedimientos aritméticos romanos siempre se expresaban en sestercios. En los textos latinos aparece abreviado como RS. Era una moneda pequeña de plata que pesaba menos de un gramo; el sestercio era la cuarta parte de un denario.
sextilis
. En origen era el sexto mes, cuando el año nuevo romano empezaba en marzo; mantuvo el nombre después de que el hecho de empezar el año en enero lo convirtiera en el octavo mes. Nosotros lo conocemos como agosto, y así lo conocieron también los romanos, pero no hasta la época de Augusto.

silla curul.
La
sella curulis
era la silla de marfil reservada exclusivamente para los magistrados que tenían
imperiurn
. Bellamente tallada en marfil, la silla propiamente dicha tenía patas curvadas que se cruzaban formando una equis ancha, de manera que podía pIegarse. Estaba equipada con brazos bajos, pero no tenía respaldo.

socius.
Plural,
socii.
Un
socius
era un hombre que pertenecía a una ciudadanía que tenía condición de aliada con Roma.

Sol Indiges
. Era uno de los dioses italianos más antiguos, aparentemente (el sol), marido de Telo (la tierra). Aunque se conocen pocas cosas acerca de su culto, parece ser que era enormemente reverenciado. Los juramentos hechos en su nombre eran asuntos muy serios.

spina.
Franja central divisoria de la pista o arena de un circo.

spinther.
Actor famoso en Roma por hacer papeles secundarios. Referirse así a alguien era clasificar de secundaria la eficacia o la obra de esa persona.

stibium.
Versión antigua de máscara. Hecha a base de antimonio negro soluble en agua, el
stibium
se usaba para ennegrecer las cejas y las pestañas o para trazar una línea alrededor del perímetro del ojo. Sería interesante saber cuán recientemente se sustituyó el
stibium
por una sustancia más benigna, pero, por desgracia, ninguna obra de referencia me lo indica.

stips.
Pequeño pago a cambio de servicios prestados.

strigilis.
Era un instrumento romo, bastante parecido a un cuchillo con la hoja curva, y se usaba para raspar el sudor y la suciedad durante un baño caliente.

Subura.
La parte de la ciudad de Roma más pobre y más densamente poblada. Quedaba al este del Foro Romano, en el declive que había entre el espolón Opiano del monte Esquilmo y la colina del Viminal. Su gente era tristemente célebre por ser políglota y de vecinos muy liberales; muchos judíos vivían en Subura, que en la época de Sila contenía la única sinagoga de Roma. Suetonio dice que César, el dictador, vivió en Subura.

sui iuris
. En sus propias manos o en control de su propio destino. Distinto de vivir bajo la autoridad del
paterfamilias
u otro guardián legal.

¡Tace!
Plural, tacete. ¡Calla!

¡Tace, inepte!
¡Cállate, tonto!

talento.
Era la carga que podía llevar un hombre. Los lingotes de oro y plata y las sumas muy grandes de dinero se expresaban en talentos, pero el término no se refería sólo a los metales preciosos y al dinero. El talento pesaba de 50 a 55 libras (25 kilogramos). Un talento de oro pesaba igual que un talento de plata, pero era mucho más valioso, desde luego.
Taprobane
. La Isla de Sri Lanka (Ceilán).
Tarpeya, roca.
Dónde se encontraba exactamente es una cuestión muy debatida, pero sabemos que era bien visible desde el Foro Romano inferior, pues las personas a las que se despeñaba desde allí podían verse desde la tribuna. Seguramente debía de ser un saliente en lo alto de los acantilados capitolinos, pero como la caída desde allí no era de mucho más de 80 pies (25 metros), la roca Tarpeya debía de estar situada encima de algún promontorio escarpado; no tenemos pruebas de que nadie sobreviviera nunca a la caída. Era el lugar tradicional donde se ejecutaba a los ciudadanos romanos traidores y asesinos, que o bien eran despeñados desde la roca u obligados a saltar. Los tribunos de la plebe eran muy aficionados a amenazar a los senadores que les estorbaban con despeñarlos desde la roca Tarpeya. Yo la he situado en alineación con el templo de Ops.

Tarquinio e! Soberbio.
El séptimo y último rey de Roma. Terminó y consagró el templo de Júpiter Optimo Máximo, pero tuvo más fama como guerrero que como constructor. Su ascenso al trono era un cuento espeluznante sobre asesinatos y una mujer (Tulia, hija del rey Servio Tulio), y su deposición fue una cosa por el estilo. Un levantamiento de patricios encabezados por Lucio Junio Bruto hizo que escapase de Roma y que se estableciera la República. Tarquinio el Soberbio buscó refugio en varios líderes locales antirromanos sucesivamente, y acabó muriendo en Cumae. Se cuenta una curiosa anécdota de cómo Tarquinio el Soberbio acabó la guerra contra la ciudad de Gabies: cuando le preguntaron qué quería hacer con los hombres preeminentes de Gabies, no dijo ni palabra; en cambio fue a su jardín, sacó la espada y les cercenó la cabeza a todas las amapolas que sobresalían más que las demás; su hijo, que se encontraba en Gabies, interpretó el mensaje correctamente y decapitó a todos los sabios de mérito. Poca gente conoce hoy los orígenes de la expresión «síndrome de la amapola alta», aunque se usa en sentido metafórico para referirse al característico asesinato de aquellos hombres y mujeres de superior capacidad o preeminencia.

tata
. Diminutivo latino de padre, parecido a nuestro «papá». Yo he elegido, por cierto, utilizar el casi universal «mamá» para madre, pero el auténtico nombre en latín era
mamma
.

terra incógnita.
Tierra desconocida.

tetrarca.
Jefe de la cuarta parte de cualquier estado o territorio. Las tres tribus de Galacia —tolitobogos, trocmos y voleos testosagos— se dividían cada una en cuatro partes, y cada una de esas cuatro partes estaba encabezada por un
tetrarca
.

tingitano, mono.
Macaco terrestre y sin cola. Los monos y primates no eran muy comunes en el Mediterráneo, pero el macaco que aún hoy día se encuentra en Gibraltar siempre estuvo presente en el norte de Africa.

tirocinium fori
. Aprendizaje de derecho y retórica de un joven en el Foro.

toga.
Prenda que sólo un ciudadano romano tenía derecho a utilizar. Se hacía de lana ligera y tenía una forma peculiar (que es el motivo por el que los romanos togados de las películas de Hollywood nunca presentan el aspecto correcto). Después de exhaustivos y brillantes experimentos, la doctora Lillian Azilson, de John Hopkins, ideó un tamaño y una forma que daban el aspecto perfecto de una toga. Para sentarle bien a un hombre de 5 pies y 9 pulgadas (175 cm) de altura que tuviera una cintura de 36 pulgadas (89,5 cm), la toga tenía unos 15 pies (4,6 metros) de ancho y 7 pies y 6 pulgadas (2,25 metros) de largo. La longitud se toma desde el eje de altura del hombre y la medida de anchura se toma envolviéndola a su alrededor. ¡Sin embargo, la forma no era ni mucho menos rectangular! Tenía el siguiente aspecto: la parte superior, parecida a la parte superior de un trapecio achatado y los costados como un cuarto de círculo, cortado por una horizontal de un tercio del ancho. A menos que la toga estuviera cortada como muestra la ilustración, no se lograría en modo alguno hacer que colgase en pliegues del modo que se contempla en las estatuas antiguas. La toga republicana del último siglo a. J.C. era muy grande (el tamaño varió considerablemente durante los mil años en que fue el atuendo tradicional de los romanos). ¡Y un hombre envuelto en los pliegues de semejante toga no podía llevar taparrabos ni ninguna otra ropa interior!

toga candida.
Toga especialmente blanqueada que llevaban los candidatos a un cargo de magistrado. Su pura blancura se lograba blanqueando la prenda al sol durante muchos días y luego impregnándola de fino polvo de yeso.

toga praetexta.
Toga bordada en púrpura de los magistrados curules. Estos hombres seguían llevándola incluso cuando el plazo de su cargo ya había cumplido. Era también la toga que llevaban los niños y las niñas.

toga trabea.
La «toga multicolor» de Cicerón. Era la toga a rayas que llevaban los augures y muy probablemente también los pontífices. Igual que la
toga praetexta
, tenía una cenefa púrpura a todo su alrededor, pero también tenía unas franjas anchas alternativas rojas y púrpura a lo largo.
toga virilis.
Toga lisa blanca que llevaban los varones romanos. También se llamaba
toga alba
o
toga pura.

togado.
Palabra que describe a un hombre ataviado con su toga.

tribu, tribus.
Desde el principio de la República, la palabra
tribus
para un romano significaba no una agrupación étnica de sus gentes, sino una agrupación política de servicio sólo al Estado. Había treinta y cinco tribus en total; treinta y una eran rurales, sólo cuatro eran urbanas. Las dieciséis tribus realmente antiguas llevaban los nombres de las gentes de origen patricio, y de ese modo se indicaba que los ciudadanos que pertenecían a tales tribus o eran miembros de las familias patricias o habían vivido en tierras pertenecientes a esas familias patricias. Cuando los territorios pertenecientes a Roma en la península empezaron a expandirse durante la primera mitad de la República, se fueron añadiendo tribus para colocar a los nuevos ciudadanos dentro del cuerpo político de Roma. Colonias enteras de ciudadanos romanos también formaron el núcleo de nuevas tribus. Se suponía que las cuatro tribus urbanas habían sido fundadas por el rey Servio Tulio, aunque probablemente su origen sea un poco más tardío. La última de las treinta y cinco tribus se creó en el año 241 a. J.C. Todos los miembros de una tribu tenían derecho a depositar el voto en una asamblea tribal, pero esos votos sólo ayudaban a determinar en qué sentido votaba una tribu completa, porque cada tribu emitía un solo voto, el de la mayoría de sus miembros. Eso significaba que en ninguna asamblea tribal el enorme número de ciudadanos que componían las cuatro tribus urbanas podía inclinar el voto en ningún sentido, pues las tribus urbanas sólo tenían cuatro votos en el total de las treinta y cinco tribus. A los miembros de las tribus rurales no se les prohibía vivir en Roma ni se les obligaba a alistar a su progenie en una tribu urbana. La mayoría de los senadores y de los caballeros de la primera clase pertenecían a tribus rurales. Era una marca de distinción.

tribuni aerari, tribunus aerarius
. Véase
caballeros
.

tribuno de la plebe.
Estos magistrados empezaron a existir al principio de la historia de la República, cuando la plebe estaba en un continuo altercado con el patriciado. Elegidos por el cuerpo tribal de plebeyos que constituía el
concilium
plebis
o
comitia plebis tributa
(Asamblea Plebeya), prestaban juramento para defender las vidas y las propiedades de los miembros de la plebe y rescatar a cualquier miembro de la misma de las garras de un magistrado (todos patricios en aquellos tiempos). Hacia el año 450 a. J.C. eran ya diez los tribunos de la plebe. Una
lex Atinia de tribunis plebis in senatum legendis
del año 149 a. J.C. estipulaba que un hombre elegido para ser tribuno de la plebe entraba automáticamente en el Senado. Como no eran elegidos por el pueblo (es decir, por patricios y plebeyos conjuntamente), no poseían poder bajo la no escrita constitución romana y no eran magistrados del mismo modo que los tribunos de los soldados, los cuestores, los ediles curules, los pretores, los cónsules y los censores; su magistratura era de la plebe y el poder de su cargo residía en el juramento que toda la plebe pronunciaba para defender el sacrosanto carácter —la inviolabilidad— de sus tribunos electos. El poder del cargo también estaba en el derecho a interponer el veto contra casi cualquier aspecto del gobierno: un tribuno de la plebe podía vetar las acciones o las leyes de sus nueve colegas tribunos o de cualquier —io todos!— magistrado, incluidos los cónsules y los censores; podía vetar la celebración de elecciones, la aprobación de cualquier ley y cualquier decreto del Senado, incluso los que se ocupaban de asuntos extranjeros y la guerra. Sólo los dictadores (y quizás el
interrex
) no estaban sujetos al veto tribunicio. Dentro de su propia Asamblea Plebeya, el tribuno de la plebe podía incluso condenar a muerte si se le negaba el derecho a cumplir con sus deberes.

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