El éxito de las novelas de Verne fue en aumento y con el apoyo de su editor Hetzel, sus ventas fueron en aumento. De todas formas, Verne era un auténtico adicto al trabajo y pasaba días y días escribiendo y revisando textos.
En 1886 Verne fue atacado por su sobrino, quien le causó graves heridas. Después de esto, y de la muerte de su amigo y editor, Verne publicó sus últimas obras con un toque más sombrío que la alegre aventura de sus inicios.
Julio Verne murió en Amiens el 24 de marzo de 1905.