Moisés y Arón se dirigen una vez más al faraón y tratan de impresionarlo convirtiendo un cayado en una serpiente. Sin embargo, el faraón desprecia lo que considera un truco de salón para que repitieran el sortilegio.
Éxodo 7.11.
Y los magos de Egipto realizaron también por sus sortilegios el mismo prodigio.
No se citan los nombres de los magos. Pero en el Nuevo Testamento, en la segunda Epístola de Pablo a Timoteo, hay el pasaje siguiente:
2 Timoteo 3.8.
...Jannes y Mambres se opusieron a Moisés...
Durante el viaje de los israelitas de Egipto a Canán, hubo muchos que se opusieron a Moisés. Ninguno de sus nombres se parecían a Jannes y Mambres, y en realidad no aparecen en ninguna otra parte de la Biblia. Por tanto, suele suponerse que Pablo los extrajo de alguna leyenda famosa que atribuyera los nombres de Jannes y Mambres a los magos egipcios que trataron de repetir el prodigio de Moisés para desenmascararle como prestidigitador ante el faraón. En realidad, algunas leyendas rabínicas cuentan que Mambres y Jannes quedaron tan impresionados por Moisés, que acabaron uniéndose a los israelitas, pero murieron durante el Éxodo.
Tras el desdén del faraón hacia la primera demostración, Moisés y Arón desencadenan sobre Egipto una serie de plagas que, en rápida sucesión, incluyen invasiones de ranas y de insectos, diversas pestilencias, extraños accidentes atmosféricos como una lluvia de piedras u oscuridad; generalmente se las conoce como «las diez plagas de Egipto».
Si hubiesen ocurrido tal como se describen en la Biblia, tales plagas hubieran debido de tener gran importancia en los documentos de la época o en historias posteriores, pero fuera de la Biblia no hay fuente alguna que haga referencia a ellas. En 1950, Immanuel Velikovsky, en su libro
Mundos en colisión
trató de explicar las plagas (y otros acontecimientos descritos en la Biblia) mediante la hipótesis de que el planeta Venus estuvo a punto de entrar en colisión con la Tierra. Tal libro causó cierta sensación entre el público en general durante una temporada, pero la reacción de los astrónomos osciló entre la burla y la ira, y la teoría de Velikovsky no se tomó en serio ni un momento, ni por los científicos ni por los estudiosos bíblicos.
La décima plaga fue la definitiva. Durante el transcurso de ella, los primogénitos de todas las casas de Egipto fueron muertos por designio divino. Los israelitas se salvaron. Se ordenó a cada familia que hiciese una comida ritual y colocara la sangre del cordero ingerido a la puerta de la casa:
Éxodo 12.23.
...pues pasará Yahvé por Egipto para castigarle, y viendo la sangre... pasará de largo por vuestras puertas . y no permitirá al exterminador entrar en vuestras casas para herir.
En conmemoración de tan pavoroso acontecimiento, que señaló el comienzo de la huida de Egipto y el establecimiento de los israelitas como nación, se celebra cada año una comida ritual.
Según la Biblia, la ceremonia lleva el nombre de la promesa de Dios de «pasar de largo» ante las casas israelitas. Las instrucciones originales se refieren a esto de la siguiente manera:
Éxodo 12.11.
...es la Pascua de Yahvé.
La palabra hebrea que aquí se traduce por «Pascua» es
pesach
, en la que los autores bíblicos vieron una semejanza con otra que significaba «pasar de largo», así que escribieron los pasajes de modo que se resaltara tal semejanza. Se desconoce el verdadero significado de
pesach
.
Lo más seguro es que la Pascua fuese una festividad agrícola muy anterior a la época de Moisés. Tales fiestas son comunes a todas las sociedades agrícolas. (Los norteamericanos se han inventado una para ellos: el día de acción de gracias.) Normalmente, tales fiestas eran de inspiración enteramente pagana, incluso entre los israelitas.
Los sacerdotes que redactaron el Hexateuco no pudieron revisar las tradiciones primitivas de una manera demasiado exhaustiva. Las diversas fiestas eran muy populares y estaban profundamente arraigadas para que pudieran eliminarse. Lo mejor que pudieron hacer fue vincularlas estrechamente a algunos acontecimientos legendarios de la historia bíblica y separarlas de la idolatría. La Pascua, la festividad agrícola más importante, se asoció al acontecimiento más importante de las leyendas arcaicas: el Éxodo.
(Tal modificación de asociaciones es común en la evolución de las religiones. Así, en la historia primitiva del cristianismo, la celebración pagana del solsticio de invierno, las saturnales, se convirtió en la Navidad, que celebra el nacimiento de Jesús, algo de lo que hablaremos más adelante, en el segundo volumen.)
Después del Exilio, la Pascua era una de las tres festividades durante las cuales todos los judíos devotos trataban de viajar a Jerusalén para rendir culto en el Templo. Jesús fue crucificado durante una de esas pascuas.
El aniversario de la resurrección de Jesús continúa celebrándose en las mismas fechas que la Pascua, aunque nunca en el mismo día, porque el sistema cristiano de contar los días difiere del que emplean los judíos.
Este aniversario se llama Pascua de Resurrección o Pascua Florida, y constituye otro ejemplo de adaptación religiosa. La palabra inglesa correspondiente, «Easter», procede del nombre de una antigua diosa teutona de la primavera. Un festival pagano de la primavera se convirtió en la conmemoración de la resurrección, pero su nombre pagano se conservó para que la transición se realizara lo más fácilmente posible.
Aplicada a la Pascua, la palabra «Easter» es absolutamente errónea en ocasiones. Tal cosa ocurre una vez en la versión King James. En los Hechos de los Apóstoles se describe cómo encarcelaron a Pedro en tiempo de Pascua con la intención de llevarlo a juicio una vez que terminara la celebración. Se dice que el rey actuó:
Hechos 12.4.
...con el propósito de presentarlo al pueblo después de la Pascua.
Hechos 12.4.
[31]
Desde luego en este caso la Revised Standard Version dice «Passover»
[32]
, y no «Easter».
El mes en que tuvo lugar el Éxodo y en el que se celebraba la Pascua era el de Abib.
Éxodo 13.4.
Salís hoy, en el mes de Abib.
Abib es un ejemplo de los nombres de los meses utilizados en tiempos anteriores al Exilio. La palabra significa «grano de trigo», y señala la época del año en que aparecen los cereales.
Aquí y allá se mencionan en la Biblia otros nombres igual de antiguos. Por ejemplo, en relación con la edificación del Templo en tiempos de Salomón, la Biblia dice:
1 Reyes 6.37.
El año cuarto, el mes de Ziv, quedaron puestos los cimientos de la casa de Yahvé;
1 Reyes 6.38.
y el año undécimo, el mes de Bul... estaba terminada...
Entonces se produjo la consagración del Templo:
1 Reyes 8.2.
Reuniéronse con el rey Salomón todos los varones de Israel en el mes de Etanim...
Pero durante el Exilio los judíos utilizaron el calendario babilonio, cosa que mantuvieron a lo largo de la historia posterior hasta nuestros días. Los nombres de los meses del actual calendario judío son babilonios, y los utilizados en los libros bíblicos son claramente postexiliares, especialmente los libros de Nehemías y Ester. Así, el mes que antes se conocía como Abib, durante el cual se celebraba la Pascua, se convirtió en Nisán:
Nehemías 2. 1
En el mes de Nisán...
Tras la décima plaga se quebró la resistencia del faraón, quien permitió salir del país a los israelitas:
Éxodo 12.37.
Partieron los hijos de Israel de Rameses para Sucot...
No se ha llegado a un acuerdo sobre la situación de Sucot, pero muchos creen que debía estar cerca de Pitom (v. cap. 1), o incluso ser esa misma ciudad. Si es así, los israelitas debieron encaminarse hacia el este al salir de Egipto.
Si se hubiesen dirigido al norte, habrían llegado a la costa y seguido por ella hasta Canán, recorriendo la ruta más corta y más directa. Sin embargo, eso les habría causado problemas.
Los pueblos del mar invadían por entonces varias zonas del reino egipcio. (En realidad, esto bien podía ser el equivalente histórico de la dramática historia bíblica de las plagas.) Los pueblos del mar estaban asentándose en la misma parte de la costa cananea a donde los israelitas habrían llegado primero.
Como esclavos liberados, los israelitas no estaban acostumbrados a la guerra y no se hallaban en posición de enfrentarse con los invasores del mar, bien armados y curtidos en la batalla, quienes pronto ocuparían un lugar destacado en la historia bíblica con el nombre de filisteos. Por tanto, los israelitas tenían que viajar en dirección este para flanquear las posiciones filisteas, y eso los condujo al mar Rojo
Éxodo 13.17.
...no le condujo Dios por el camino de la tierra de los filisteos, aunque más corto, pues se
[33]
dijo: «No se arrepienta el pueblo si se ve atacado y se vuelva a Egipto».
Éxodo 13.18.
Hízole Yahvé rodear por el camino del desierto, hacia el mar Rojo.
El mar Rojo es un brazo largo y estrecho del océano Indico, que se extiende hacia el noroeste y el sudeste en una línea casi recta de 2.320 kilómetros. Sólo tiene una anchura que oscila entre los 240 y 320 kilómetros, y por su forma puede pensarse que forma parte de la gran fosa africana.
El mar Rojo es una de las partes más desagradables del océano. Separa los desiertos de África y Arabia y recibe poca agua de las lluvias, mientras el sol, con rayos más cálidos que en ninguna otra parte de la Tierra, evapora mucha agua. Por esa razón, y pese al hecho de que el agua fluye constantemente en su extremo sur, que está abierto a la parte principal del océano Indico, en el mar Rojo el agua es más salada que en cualquier otra parte del océano. Llega al 4,1 por ciento de salinidad en la parte cerrada del norte, mientras que los mares en general suelen tener el 3,5.
El nombre de «mar Rojo» es de origen griego, y en épocas romanas el nombre se extendió hasta la parte del océano índico en que se abre el mar, lo que en la actualidad llamamos golfo de Adén, el mar de Arabia y el golfo Pérsico.
¿Por qué «Rojo»? Hay varias teorías. Las aguas pueden volverse rojas por alguna plaga de plantas microscópicas; las conchas de la costa, o las rocas, pueden ser rojas; el reflejo del sol poniente, según se mira desde Arabia, puede volver rojas las aguas. Que cada cual haga su elección. Tal vez ninguna de éstas sea la verdadera razón: quizá no la haya.
Cuando los israelitas empezaban a salir de Egipto, el faraón lamentó haber dado permiso para su marcha. Emprendió su persecución a la cabeza de un destacamento de caballería.
Éxodo 14.9.
Los egipcios llegaron en su persecución al lugar donde acampaban, cerca del mar... en Piajirot...
La Biblia relata entonces la historia de la huida de los israelitas cuando las aguas del mar Rojo se abrieron milagrosamente a su paso para volver a cerrarse a tiempo de ahogar a sus perseguidores egipcios.
¿Dónde tuvo lugar la separación? Posiblemente en las cercanías de Piajirot, pero la gran dificultad estriba en que nadie conoce la situación de Piajirot.
Podemos descartar en seguida el cuerpo principal del mar Rojo. Es innecesario imaginar que los israelitas cruzaran precisamente el mar Rojo atravesando unos 240 kilómetros del vacío fondo del mar, que en algunos sitios llega a casi dos kilómetros y medio de profundidad. Si lo hubieran hecho así, habrían acabado en la parte principal de la península arábiga, y en los acontecimientos posteriores, tal como se describen en la Biblia, no hay nada que haga pensar que así sucediera. En cambio, los acontecimientos siguientes tienen lugar en la península del Sinaí, que está separada de Egipto por la extensión noroeste del mar Rojo, conocida ahora como golfo de Suez.
El golfo de Suez es una miniatura del mar Rojo; tiene casi la misma forma, pero no es tan largo, ni tan ancho ni tan hondo. Tiene trescientos veinte kilómetros de longitud, una anchura que no rebasa los cuarenta y ocho kilómetros, y en su extremo norte sólo llega a cinco metros y medio de profundidad.
Tal como existe en la actualidad, el golfo de Suez tampoco puede ser el lugar del «paso del mar Rojo» de los israelitas. El nombre hebreo de las aguas que cruzaron es
yam suf
. La expresión se traduce por «mar Rojo», pero su sentido literal es «el mar de las Cañas».
Suele creerse que en tiempos del Éxodo el golfo de Suez se extendía un poco más hacia el norte que en la actualidad. En particular, comprendía dos conjuntos de aguas salobres que se llamaban Lagos Amargos. (Esas marismas ya no aparecen en los mapas porque se llenaron en la época en que se construyó el canal de Suez.)
Si el golfo de Suez se extendía hacia el norte y comprendía los Lagos Amargos, su extensión podía representar un estanque de aguas marinas de poca profundidad, con orillas llenas de cañaverales, lo que literalmente podría ser el «mar de las Cañas». El emplazamiento de Piajirot pudo estar en las costas de ese trozo desaparecido del mar Rojo.
Según el relato bíblico, tal vez se ahogaran todos los perseguidores egipcios. Si los acompañaba un faraón, también se ahogó. Fuera de la Biblia, no hay datos que indiquen que Merneptah o cualquier faraón se hubiera ahogado en el mar Rojo. Sin embargo, si Merneptah murió de esa manera, el Éxodo tuvo lugar en el 1211 aC según el cálculo moderno más aproximado.
Conforme al cómputo bíblico:
Éxodo 12.40.
La estancia de los hijos de Israel en Egipto duró cuatrocientos treinta años.
Si aceptamos esto, la entrada de Jacob y sus hijos en Egipto tuvo lugar en el 1641 aC. Esta fecha concuerda con el período de la dominación de los hicsos en Egipto, tal como era de esperar (v. cap. 1).
Milagrosamente, los israelitas se nutrieron con un alimento llamado maná que cayó del cielo. Ha habido intentos de presentar una explicación que no fuese milagrosa. Algunos sugieren que el maná pudo ser la resina exudada por algún árbol particular. Otros piensan que pudo tratarse de una especie de liquen. Cualquiera que sea el
quid
de la cuestión, los autores bíblicos lo adornaron haciéndolo irreconocible.
El relato del maná procede del documento S, tal como se aprecia por las cuidadosas instrucciones dadas para la recogida del maná y las admoniciones para observar el sabat. (Esta forma de ritualismo y meticulosidad es característica de S.) Por consiguiente, es una elaboración posterior de alguna leyenda primitiva, y no tiene sentido tomarlo en sentido literal.