adj
. Perverso,
intolerable, pagano.
s
. Sentimiento que nos inspira
el amigo de un amigo.
s
. Período de trescientos sesenta y
cinco desengaños.
v
.
i
. En lenguaje forense, volver
a poner los dados en el cubilete para un nuevo tiro.
s
. Instinto previsor implantado
por la Providencia como solución al problema laboral.
s
. El eco de una tontería.
Monedas con que el populacho recompensa a quienes lo hacen reír y
lo devoran.
s
. Sanguijuela que tras
penetrar en el caparazón de una tortuga y descubrir que hace mucho
que está muerta, juzga oportuno adherirse a una nueva
tortuga.
s
. Implemento que pide a gritos
manos acostumbradas a la pluma.
s
. Vegetal alto, creado por la
naturaleza para servir de aparato punitivo, aunque por deficiente
aplicación de la justicia la mayoría de los árboles sólo exhiben
frutos despreciables, o ninguno. Cuando está cargado de su fruta
natural, el árbol es un benéfico agente de la civilización y un
importante factor de moralidad pública. En el severo Oeste y en el
sensitivo Sur de Estados Unidos, su fruta (blanca y negra
respectivamente) satisface el gusto público, aunque no se coma, y
contribuye al bienestar general, aunque no se exporte. La legítima
relación entre árbol y justicia no fue descubierta por el juez
Lynch (quien, a decir verdad, no lo consideraba preferible al farol
o la viga del puente), como lo prueba este pasaje de Morryster,
quien vivió dos siglos antes: Encontrándome en ese país, fui
llevado a ver el árbol Ghogo, del que mucho oyera hablar; pero como
yo dijese que no observaba en él nada notable, el jefe de la aldea
en que crecía me respondió de este modo: —En este momento el árbol
no da fruta, pero cuando esté en sazón, veréis colgar de sus ramas
a todos los que han ofendido a Su Majestad el Rey—. Asimismo me
explicaron que la palabra «Ghogo» significaba en su lengua lo mismo
que «bandido» en la nuestra. (Viaje por Oriente.)
s
. Cualidad que distingue al amor
inexperto.
s
. En política, ratonera
imaginaria donde el estadista lucha con su pasado.
s
. Gobierno de los mejores.
(En este sentido la palabra es obsoleta, lo mismo que esa clase de
gobierno). Gentes que usan sombreros de copa y camisas limpias,
culpables de educación y sospechosos de cuenta bancaria.
s
. Vestimenta que usa un hombre
cuyo sastre es un herrero.
s
. El que traza los planos de
nuestra casa y planea el destrozo de nuestras finanzas.
s
. Fiel servidor y
secuaz del Castigo. Suele traducirse en una actitud de enmienda que
no es incompatible con la continuidad del pecado.
v
.
t
. Destruir.
Específicamente, destruir la creencia de una doncella en la virtud
de las doncellas.
s
. Especie de cosmético a que
son afectas las mujeres y que, a su vez, las afecta
grandemente.
s
. Dignatario eclesiástico un
punto más santo que un obispo.
s
. Todo lo que asegura protección
a alguien en peligro: Moisés y Josué establecieron seis ciudades de
asilo —Beze, Golan, Ramoth, Kadesh, Schekem y Hebrón— donde el
homicida involuntario podía refugiarse al ser perseguido por los
familiares de la víctima. Este 18 admirable recurso proveía al
matador de un saludable ejercicio, sin privar a los deudos de los
placeres de la caza; así, el alma del muerto era debidamente
honrada con prácticas similares a los juegos fúnebres de la
primitiva Grecia.
s
. Cantante público de buena voz y
mal oído. En Virginia City, Nevada, le llaman el Canario de Washoe;
en Dakota, el Senador; y en todas partes, el Burro. Este animal ha
sido amplia y diversamente celebrado en la literatura, el arte y la
religión de todas las épocas y pueblos; nadie inflama la
imaginación humana como este noble vertebrado. En realidad, algunos
(Ramasilus, lib II, de Clem., y C. Stantatus de Temperamente)
sospechan si no es un dios; y como tal sabemos que fue adorado por
los etruscos y, si hemos de creer a Macrobius, también por los
eupasios. De los únicos dos animales admitidos en el Paraíso
Mahometano junto con las almas de los hombres, uno es la burra de
Balaam, otro el perro de los Siete Durmientes. Esta es una
distinción muy grande. Con lo que se ha escrito sobre esta bestia,
podría compilarse una biblioteca de gran esplendor y magnitud, que
rivalizara con la del culto shakespeariano y la literatura bíblica.
En términos generales puede decirse que toda la literatura es más o
menos asnina.
s
. Cualidad que distingue a un
animal o persona débil de otro fuerte. Acarrea a su poseedor gran
satisfacción intelectual, y gran adversidad material. Un proverbio
italiano dice: «EI peletero consigue más pieles de zorro que de
burro».
s
. Una de las cualidades más
evidentes del hombre que no corre peligro.
adj
. Singularmente expuesto a la
mordedura de la calumnia; vilipendiado; irremediablemente
equivocado; sustituido en la consideración y el afecto de los
demás.
adj
. Dícese del propietario
lo bastante precavido para alejarse del territorio de sus
exacciones.
s
. País situado en los Mares
del Sur, cuyo desarrollo industrial y comercial, se ha visto
increíblemente demorado por una funesta disputa entre geógrafos
sobre si es un continente o una isla.
s
. Evaluación
errónea.
s
. Evidente para uno mismo
y para nadie mas.
s
. Lago por el cual los antiguos
entraban en las regiones infernales. El erudito Marcus Ansello
Scrutator sostiene que de ahí deriva el rito cristiano del bautismo
por inmersión. Lactancio, sin embargo, ha demostrado que esto es un
error.
s
. Ave de gran tamaño, a quien
la naturaleza (sin duda en castigo de sus pecados) negó ese dedo
posterior en el que tantos naturalistas piadosos han visto una
prueba manifiesta de un planeamiento divino. La ausencia de alas
que funcionen no es un defecto, porque, como se ha señalado
ingeniosamente, el avestruz no vuela.
s
. Infancia de la juventud,
juventud de la madurez, el pasado entero de la
ancianidad.
s
. Antigua deidad muy venerada bajo
distintos nombres. Como Baal era popular entre los fenicios; como
Belus o Bel tuvo el honor de ser servido por el sacerdote Berosus,
quien escribió la célebre crónica del Diluvio; como Babel, contó
con una torre parcialmente erigida a su gloria, en la Llanura de
Shinar. De Babel deriva la expresión «blablá». Cualquiera sea el
nombre con que se lo adora, Baal es el dios Sol. Como Belzebú, es
el dios de las moscas, que son engendradas por los rayos solares en
el agua estancada.
s
. Cómoda deidad inventada por los
antiguos como excusa para emborracharse.
v
.
i
. Saltar a compás de una
música alegre, preferiblemente abrazando a la esposa o la hija del
vecino. Hay muchas clases de bailes, pero todos los que requieren
la participación de ambos sexos tienen dos cosas en común: son
notoriamente inocentes y gustan mucho a los libertinos.
s
. Especie de ceremonia mística que
ha sustituido al culto religioso. Se ignora su eficacia
espiritual.
s
. El pelo que suelen cortarse los
que justificadamente abominan de la absurda costumbre china de
afeitarse la cabeza.
s
. Ingenioso instrumento que
nos indica qué clase de tiempo tenemos.
s
. Cocatriz. Especie de
serpiente empollada en el huevo de un gallo. El basilisco tenía un
mal ojo y su mirada era letal. Muchos infieles niegan la existencia
de este ser, pero Semprello Aurator vio y tuvo en sus manos uno que
había sido cegado por un rayo por haber fatalmente contemplado a
una dama de alcurnia a quien Júpiter amaba. Más tarde Juno devolvió
la vista al reptil y lo escondió en una cueva. Nada está tan bien
atestiguado por los antiguos como la existencia del basilisco, pero
los gallos han dejado de poner.
s
. Arte de caminar sobre
madera sin esfuerzo. (Recuérdese que bastonada es una especie de
tormento que consiste en golpear con un bastón las plantas de los
pies.)
s
. Método de desatar con los
dientes un nudo político que no pudo desatarse con la
lengua.
s
. Rito sagrado de tal eficacia
que aquel que entra en el cielo sin haberlo recibido, será
desdichado por toda la eternidad. Se realiza con agua, de dos
modos: por inmersión o zambullida, y por aspersión o salpicadura.
Si la inmersión es mejor que la aspersión, es algo que los
inmergidos y los asperjados deben resolver consultando la Biblia y
comparando sus respectivos resfríos.
s
. Ser deforme, sin edad, sexo ni
condición definidos, notable principalmente por la violencia de las
simpatías y antipatías que provoca en los demás, y desprovisto él
mismo de sentimientos o emociones. Ha habido bebés famosos, por
ejemplo, el pequeño Moisés, cuya aventura entre los juncos
indudablemente inspiró a los hierofantes egipcios de siete siglos
antes su tonta fábula del niño Osiris, salvado de las aguas sobre
una flotante hoja de loto.
v
.
t
. e. i. Echar un trago,
ponerse en curda, chupar, empinar el codo, mamarse, embriagarse. El
individuo que se da a la bebida es mal visto, pero las naciones
bebedoras ocupan la vanguardia de la civilización y el poder.
Enfrentados con los cristianos, que beben mucho, los abstemios
mahometanos se derrumban como el pasto frente a la guadaña. En la
India cien mil británicos comedores de carne y chupadores de brandy
con soda subyugan a doscientos cincuenta millones de abstemios
vegetarianos de la misma raza aria. ¡Y con cuánta gallardía el
norteamericano bebedor de whisky desalojó al moderado español de
sus posesiones! Desde la época en que los piratas nórdicos asolaron
las costas de Europa occidental y durmieron, borrachos, en cada
puerto conquistado, ha sido lo mismo: en todas partes las naciones
que toman demasiado pelean bien, aunque no las acompañe la
justicia.
s
. En italiano, hermosa mujer;
en inglés, veneno mortal. Notable ejemplo de la identidad esencial
de ambos idiomas.
s
. Don femenino que seduce a un
amante y aterra a un marido.
s
. Dícese del que compra
grandes cantidades de ingratitud, sin modificar la cotización de
este artículo, que sigue al alcance de todos.
s
. Palabra inventada por los poetas
para que rime con «embeleso».Se supone que designa, de un modo
general, una especie de rito o ceremonia que expresa un buen
entendimiento, pero este lexicógrafo desconoce la forma en que se
realiza.
s
. Miembro de la dinastía
reinante en las letras y la vida. La tribu de los Bestias llegó con
Adán, y como era numerosa y fuerte, infestó el mundo habitable. El
secreto de su poder es su insensibilidad a los golpes; basta
hacerles cosquillas con un garrote para que se rían con una
perogrullada. Originariamente los Bestias procedían de Beocia, de
donde los desalojó el hambre, pues su estupidez esterilizó las
cosechas. Durante algunos siglos infestaron Filistea, y por eso a
muchos de ellos se les llama filisteos hasta hoy. En la época
turbulenta de las Cruzadas salieron de allí y se extendieron
gradualmente por Europa, ocupando casi todos los altos puestos de
la política, el arte, la literatura, la ciencia y la teología.
Desde que un pelotón de Bestias llegó a Norteamérica en el
Mayflower, junto con los Padres Peregrinos, (o Pilgrim Fathers
fundaron la primera colonia de Nueva Inglaterra, origen de los
Estados Unidos.); su proliferación por nacimiento, inmigración y
conversión ha sido rápida y constante. Según las estadísticas más
dignas de crédito, el número de Bestias adultos en los Estados
Unidos es apenas menor de treinta millones, incluyendo a los
estadísticos. El centro intelectual de la raza está en Peoria,
lllinois, pero el Bestia de Nueva Inglaterra es el más
escandalosamente moral.
s
. Mal gusto que la sabiduría
del futuro castigará con la trigamia.
adj
. Negro.
s
. En el hombre, puerta de entrada
al alma; en la mujer, vía de salida del corazón.
s
. Ceremonia por la que dos
personas se proponen convertirse en una, una se propone convertirse
en nada, y nada se propone volverse soportable.
s
. Cuna de los nativos, tumba
de la conciencia. En la mujer, este órgano falta; en consecuencia,
actúa sin motivo, y su conciencia, desprovista de sepultura, queda
siempre viva, confesando los pecados de otros.
s
. Ciencia de los vegetales,
comestibles o no. Se ocupa principalmente de las flores, que
generalmente están mal diseñadas, tienen colores poco artísticos y
huelen mal.
s
. Cómplice del médico,
benefactor del sepulturero, proveedor de los gusanos del
cementerio.
s
. Creador de los hindúes, que
son preservados por Vishnu y destruidos por Siva; división del
trabajo más prolija que la que encontramos en las divinidades de
otras naciones. Los abracadabrenses, por ejemplo, son creados por
el Pecado, mantenidos por el Robo y destruidos por la Locura. Los
sacerdotes de Brahma, como los de Abracadabra, son hombres santos y
sabios, que jamás incurren en una maldad.
s
. (1) Mujer fea y repulsiva en
perversa alianza con el demonio. (2) Muchacha joven y hermosa, en
perversa alianza con el demonio.
s
. Antiguo prototipo de la
influencia política. Gozaba, sin embargo, de menos prestigio, y a
veces era castigada con la tortura y la muerte. Augustine Nicholas
cuenta que un pobre campesino acusado de brujería fue sometido a
tortura para que confesara. Tras los primeros castigos, el pobre
admitió su culpa, pero preguntó ingenuamente a sus verdugos si no
era posible ser un brujo sin saberlo.
s
. Ver Marido.
adj
. Sensible, señora, a los
méritos de este autor. Advertido, señor, de las ventajas de que lo
dejen solo.
s
. Antiguamente, funcionario
adscripto a la corte de un rey, cuya función consistía en divertir
a los cortesanos mediante actos y palabras ridículas, cuyo absurdo
era atestiguado por sus abigarradas vestiduras. Como el rey, en
cambio, vestía con dignidad, el mundo tardó varios siglos en
descubrir que su conducta y sus decretos eran lo bastante ridículos
como para divertir no sólo a su corte sino a todo el mundo. Al
bufón se le llamaba comúnmente «tonto» («fool»), pero los poetas y
los novelistas se han complacido siempre en representarlo como una
persona singularmente sabia e ingeniosa. En el circo actual, la
melancólica sombra del bufón de la corte deprime a los auditorios
más modestos con los mismos chistes con que en su época de
esplendor ensombrecía los marmóreos salones, ofendía el sentido del
humor de los patricios y perforaba el tanque de las lágrimas
reales.