El curioso incidente del perro a medianoche (11 page)

Read El curioso incidente del perro a medianoche Online

Authors: Mark Haddon

Tags: #Drama, Infantil y juvenil, Intriga

BOOK: El curioso incidente del perro a medianoche
13.9Mb size Format: txt, pdf, ePub
137

Al día siguiente, Padre dijo que sentía haberme pegado y que no había sido su intención hacerlo. Me hizo limpiarme el corte en la mejilla con Dettol para asegurarse de que no se infectara, y luego me hizo ponerme una tirita encima para que no sangrara.

Entonces, como era sábado, dijo que iba a llevarme de excursión para demostrarme que de verdad lo sentía, y que íbamos al Zoo de Twycross. Así que me preparó unos bocadillos con pan blanco y tomates y lechuga y jamón y mermelada de fresa para mí, porque no me gusta la comida de los sitios que no conozco. Y dijo que estaría bien, porque no habría demasiada gente en el zoo porque estaba nublado y a punto de llover, y yo me alegré de eso porque no me gustan las multitudes y me gusta que llueva.

Así que fui a buscar mi impermeable, que es de color naranja.

Entonces fuimos en coche hasta el Zoo de Twycross.

Yo nunca había estado en el Zoo de Twycross, o sea que no tenía una imagen de él en mi mente, así que al llegar compramos una guía en el centro de información y recorrimos el zoológico entero y yo decidí cuáles eran mis animales favoritos.

Mis animales favoritos eran

  1. RANDYMAN
    , que es el nombre del
    Mono Araña Cara Roja
    (Ateles paniscus paniscus) más viejo que se ha criado nunca en cautividad. Randyman tiene 44 años, que es la misma edad que tiene Padre. Antes era la mascota de un barco y llevaba una banda metálica alrededor del vientre, como en un cuento de piratas.
  2. LOS LEONES MARINOS DE LA PATAGONIA
    que se llaman Miracle y Star.
  3. MALIKU
    , que es un
    Orangután
    . Me gustó especialmente porque estaba tumbado en una hamaca hecha con unos pantalones de pijama a rayas verdes y en el letrero de plástico azul junto a la jaula decía que se había hecho la hamaca él mismo.

Entonces fuimos a la cafetería y Padre tomó platija con patatas y pastel de manzana y helado y un tazón de té Earl Grey y yo me comí mis bocadillos y leí la guía del zoo. Y Padre dijo:

—Te quiero mucho, Christopher. No lo olvides nunca. Sé que alguna que otra vez pierdo los estribos. Sé que me enfado. Y que te grito. Y sé que no debería hacerlo. Pero sólo lo hago porque me preocupo por ti, porque no quiero verte metiéndote en líos, porque no quiero que te hagan daño. ¿Entiendes lo que te digo?

Yo no sabía si lo entendía. Así que dije:

—No lo sé.

Y Padre dijo:

—Christopher, ¿entiendes que te quiero?

Y yo dije que sí, porque querer a alguien es ayudarlo cuando se mete en líos, y cuidar de él, y decirle la verdad, y Padre me ayuda cuando me meto en líos, como cuando vino a la comisaría, y cuida de mí cuando me prepara la comida, y siempre me dice la verdad, lo que significa que me quiere.

Y entonces levantó la mano derecha y abrió los dedos en abanico y yo levanté mi mano izquierda y abrí los dedos en abanico e hicimos que nuestros dedos se tocaran.

Entonces yo saqué un pedazo de papel de mi bolsa y dibujé un mapa del zoológico de memoria a modo de prueba. El mapa era así

Entonces fuimos a ver las jirafas. El olor de su caca era como el olor de la jaula de los jerbos en el colegio cuando teníamos jerbos, y cuando corrían sus patas eran tan largas que parecía que estuviesen corriendo a cámara lenta.

Entonces Padre dijo que teníamos que volver a casa antes de que hubiese mucho tráfico en la carretera.

[10]
Dholes (ver mapa).

[11]
Langures (ver mapa).

139

Me gusta Sherlock Holmes, pero no me gusta sir Arthur Conan Doyle, que es el autor de las historias de Sherlock Holmes. Es porque no era como Sherlock Holmes y creía en lo sobrenatural. Cuando se volvió viejo se hizo miembro de la Sociedad Espiritista, lo que significa que creía que uno puede comunicarse con los muertos. Eso fue porque su hijo murió de gripe durante la Primera Guerra Mundial y quería hablar con él.

En 1917 pasó algo famoso llamado
El caso de las hadas de Cottingley
. 2 primas llamadas Frances Griffiths, que tenía 9 años, y Elsie Wright, que tenía 16 años, dijeron que solían jugar con hadas junto a un arroyo llamado Cottingley Beck y usaron la cámara del padre de Frances para tomar 5 fotografías de las hadas como ésta

Pero no eran hadas de verdad. Eran dibujos sobre pedazos de papel que recortaron y sujetaron con alfileres, porque Elsie era una artista realmente buena.

Harold Snelling, que era un experto en fotografía falsificada, dijo

Esas figuras danzantes no están hechas de papel o de tela; no están pintadas sobre un fondo fotográfico… pero lo que más me desconcierta es que todas esas figuras se han movido durante la exposición.

Pero se estaba comportando como un estúpido, porque el papel sí se habría movido durante la exposición, y la exposición era muy larga, porque en la fotografía se ve una pequeña cascada al fondo y está borrosa.

Entonces sir Arthur Conan Doyle oyó hablar de las fotos y dijo que creía que eran reales en un artículo en una revista llamada
The Strand
. Pero él también se estaba comportando como un estúpido, porque si miras las fotografías ves que las hadas tienen exactamente el mismo aspecto que las hadas de los libros viejos, y tienen alas y vestidos y medias y zapatos, que es como si unos extraterrestres aterrizaran en la Tierra y fueran como Daleks de
Doctor Who
o soldados imperiales de la Estrella de la Muerte en
La guerra de las galaxias
o pequeños hombres verdes como los de los dibujos animados de extraterrestres.

En 1981, un hombre llamado Joe Cooper entrevistó a Elsie Wright y Frances Griffiths para un artículo en
The Unexplained
, una revista sobre sucesos inexplicables, y Elsie Wright dijo que las 5 fotografías habían sido falsificadas y Frances Griffiths dijo que 4 habían sido falsificadas pero que una era real. Y dijeron que Elsie había dibujado las hadas basándose en un libro llamado
Princess Mary's Gift Book
de Arthur Shepperson.

Y eso demuestra que a veces la gente quiere comportarse de manera estúpida y no quiere saber la verdad.

Y demuestra que algo llamado la navaja de Occam es cierto. Y la navaja de Occam no es una navaja con la que los hombres se afeitan sino una ley, y dice

Entia non sunt multiplicanda praeter necessitatem.

Que es latín y significa

No ha de presumirse la existencia de más cosas que las absolutamente necesarias.

Lo que significa que a una víctima de asesinato la mata habitualmente alguien conocido y que las hadas están hechas de papel y que uno no puede hablar con alguien que está muerto.

149

Cuando fui al colegio el lunes, Siobhan me preguntó por qué tenía un moretón en un lado de la cara. Dije que Padre estaba enfadado y me había agarrado, así que yo le había pegado y entonces habíamos tenido una pelea. Siobhan preguntó si Padre me había pegado y yo le dije que no lo sabía porque me había alterado mucho y eso había hecho que mi memoria funcionara raro. Y entonces me preguntó si Padre me había pegado porque estaba enfadado. Y yo dije que no me había pegado, que me había agarrado, pero que estaba enfadado. Y Siobhan preguntó si me había agarrado con fuerza y yo dije que sí me había agarrado con fuerza. Y Siobhan me preguntó si me daba miedo volver a casa y yo dije que no. Y entonces me preguntó si quería hablar más de ello y yo dije que no quería. Y entonces ella dijo:

—Vale.

Y no hablamos más sobre ello, porque cuando estás enfadado está bien agarrar del brazo o del hombro, pero no del pelo o de la cara. Pegar no está permitido, excepto si ya estás en una pelea con alguien, entonces no está tan mal.

Cuando llegué a casa del colegio Padre aún estaba en el trabajo o sea que entré en la cocina y cogí la llave de la jarrita de cerámica con forma de monja y abrí la puerta trasera y salí y miré en el cubo de basura para encontrar mi libro.

Quería recuperar mi libro porque me gustaba escribirlo. Me gustaba tener un proyecto en marcha y me gustaba especialmente que fuera un proyecto difícil como un libro. Además todavía no sabía quién había matado a Wellington y en mi libro era donde había conservado todas las pistas que había descubierto y no quería que las tirasen.

Pero mi libro no estaba en el cubo de basura.

Volví a ponerle la tapa al cubo de basura y anduve por el jardín para echar un vistazo en el cubo en que Padre tira los desperdicios del jardín, como la hierba cortada y las manzanas que han caído de los árboles, pero mi libro tampoco estaba allí.

Me pregunté si Padre lo habría metido en su furgoneta para llevarlo al vertedero y tirarlo a uno de los grandes cubos que hay allí, pero no quería que eso fuese verdad porque entonces nunca volvería a verlo.

Otra posibilidad era que Padre hubiese escondido mi libro en algún sitio de la casa. Así que decidí hacer un poco de detective y ver si podía encontrarlo. Tendría que estar escuchando muy atentamente todo el rato para oír su furgoneta cuando aparcase delante de la casa y que no me pillara haciendo de detective.

Empecé mirando en la cocina. Mi libro medía aproximadamente 25 x 35 x 1 cm, así que no podía esconderse en un sitio muy pequeño, lo que significaba que no tenía que mirar en sitios realmente pequeños. Miré encima de los armarios y en el fondo de los cajones y debajo del horno y usé mi linterna especial Maglite y un trozo de espejo del lavadero para ayudarme a ver en los espacios oscuros detrás de los armarios donde los ratones solían meterse desde el jardín a tener sus bebés.

Entonces investigué en el lavadero.

Entonces investigué en el comedor.

Entonces investigué en la sala de estar donde encontré la rueda perdida de mi maqueta Airfix del Messerschmitt Bf 109 G-6 debajo del sofá.

Entonces me pareció oír a Padre entrar por la puerta principal y di un brinco y traté de ponerme de pie muy rápido y me golpeé la rodilla con la esquina de la mesa de centro y me dolió un montón, pero no era más que uno de esa gente de la droga de la puerta de al lado que había dejado caer algo al suelo.

Entonces fui al piso de arriba, pero no investigué nada en mi propia habitación porque deduje que Padre no me ocultaría algo en mi propia habitación a menos que estuviera siendo muy astuto y haciendo eso que se llama
Doble Farol
, como en una verdadera novela policíaca, así que decidí mirar en mi propia habitación sólo si no conseguía encontrar el libro en ningún otro sitio.

Investigué en el baño, pero el único sitio donde mirar era en el armario del calentador de agua y ahí no había nada.

Lo que significaba que la única habitación que me quedaba era el dormitorio de Padre. No sabía si debía mirar allí, porque me había dicho antes que no anduviese toqueteando nada en su habitación. Pero si iba a ocultarme algo, el mejor sitio para ocultarlo sería su habitación.

Así que me dije que no toquetearía cosas en su habitación. Las movería y luego volvería a colocarlas. Y él nunca sabría que lo había hecho, o sea que no se enfadaría.

Empecé por mirar debajo de la cama. Había 7 zapatos y un peine con un montón de pelos en él y un pedazo de tubo de cobre y una galleta de chocolate y una revista porno llamada
Fiesta
y una abeja muerta y una corbata con dibujos de Homer Simpson y una cuchara de madera, pero mi libro no estaba.

Entonces miré en los cajones a cada lado del tocador, pero sólo contenían aspirinas y cortaúñas y pilas e hilo dental y un tampón y pañuelos de papel y un diente falso de recambio en caso de que Padre perdiera el diente falso que llevaba para llenar el hueco que le dejó un diente cuando se cayó de la escalera cuando colocaba una casita para pájaros en el jardín, pero mi libro tampoco estaba allí.

Entonces miré en su armario ropero. Estaba lleno de perchas con su ropa. También había un pequeño estante en lo alto cuyo contenido podía ver si me subía a la cama, pero tuve que quitarme los zapatos, no fuera a dejar una huella de suciedad que sería una pista si Padre decidía investigar un poco. Pero las únicas cosas que había en el estante eran más revistas porno y una tostadora rota y 12 perchas de alambre y un viejo secador de pelo que pertenecía a Madre.

Al fondo del armario había una gran caja de herramientas de plástico que estaba llena de herramientas para el Hágalo Usted Mismo, un taladro y una brocha y varios destornilladores y un martillo, pero vi todo eso sin abrir la caja porque estaba hecha de plástico gris transparente.

Other books

Switched, Bothered and Bewildered by Suzanne Macpherson
Cloudburst Ice Magic by Siobhan Muir
Lullaby of Love by Lacefield, Lucy
Singing in the Shrouds by Ngaio Marsh
Written in the Stars by LuAnn McLane
Rewinder by Battles, Brett
Four of a Kind by Valerie Frankel
Wood's Harbor by Steven Becker
Songs & Swords 1 by Cunningham, Elaine