—No ha dejado de hablar de un sello y la necesidad de llevarlo a Cuba. Dice ser un bokor.
—Las mujeres dicen que ha matado a muchos tanto en Haití como a los tipos que hemos encontrado colgando y que sus crímenes incluyen al padre Ryan y a ese sujeto llamado Renaud.
—No irá a prisión por más de una vida.
—¿Crees que finge demencia para no ir a la cárcel sino a un hospital?
—No lo sé. Solo estoy seguro de que me alegro de que este hombre no estará más en las calles. Sus crímenes fueron atroces.
—Casi siento lástima por él, escúchalo. Ahora habla en lenguas.
Bronson escuchó y el hombre no dejaba de repetir «te gen yon aksidan».
—¿Sabes lo qué pueda significar?
—Ni idea, será algo que tú tendrás que averiguar para escribir el informe. Cuando lo sepas no dejes de decírmelo.
Natasha pasó al lado del auto donde tenían al prisionero y el hombre la miró con los ojos vidriosos fijos en su vientre.
—Mwen regret sa, Amanda —dijo Kennedy mientras seguía repitiendo «te gen yon aksidan, te gen yon aksidan».
Caesar Alazai, autor de novelas como: La mansión de Grunewald, Avatares del destino, El velo de la locura, Luna escarlata, Juegos de poder y Sueños delta. Ha sido leido en varios países hispanoparlantes donde ha tenido gran aceptación.