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Authors: Edgar Rice Burroughs

Dioses de Marte (35 page)

BOOK: Dioses de Marte
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—No pienses, John Carter, que se desprecia con tanta facilidad el amor de Phaidor, la hija de Matai Shang, ni esperes volver a estrechar entre los brazos a tu Dejah Thoris. Aguarda, aguarda el término del año que ahora comienza, y sabe que cuando el ineludible plazo haya terminado, serán los labios de Phaidor los que te den la bienvenida y no los de la Princesa de Helium. ¡Mira! Tu amada va a morir.

En efecto, sin concluir de pronunciar las odiosas frases, Phaidor levantó un puñal con ánimo de cumplir su amenaza, pero entonces sucedió una cosa inesperada: Thuvia intervino, y cuando el arma mortífera iba a caer sobre el pecho indefenso de la reina de mis amores, la abnegada doncella se interpuso entre ambas. Una cortina de espeso humo nos impidió asistir a la tragedia que se desarrollaba dentro de la celda, pero finalmente escuchamos un grito de espanto y un quejido de dolor. Sin duda había habido una víctima.

El humo se desvaneció, pero ya estaba cerrada del todo la misteriosa abertura, sustituida por una blanca pared. Durante un año entero, que a mí me parecería una eternidad, la horrible estancia ocultaría su secreto a los ojos de los hombres.

Mis amigos quisieron llevarme de allí.

—Dentro de un minuto será demasiado tarde —dijo Xodar—. Tenemos, en realidad, muy escasas probabilidades de salir con vida a los jardines externos. He ordenado que se paren las bombas, y de aquí a cinco minutos las galerías estarán inundadas. Si no queremos morir ahogados como ratones en una trampa, debemos salir de prisa y atravesar a toda prisa el Templo incendiado.

—Idos —repetí— y dejadme morir en este rincón al lado de mi princesa, sin la que para mí no hay felicidad en el mundo. Cuando saquen su cuerpo de este horrendo lugar, transcurrido el plazo fatal, aquí se hallará esperándole el cadáver de su señor.

De lo acontecido después sólo conservo un confuso recuerdo. Recuerdo vagamente como si hubiera luchado con mucha gente que se apoderó de mí y me transportó a la fuerza. Realmente no sé nada, y jamás he pretendido preguntarlo. Además, nadie de los que estuvieron allí aquel día desea excitar mi tristeza aludiendo a los hechos que tan honda herida han causado en mi corazón.

¡Ah!, si yo pudiera conocer la verdad exacta, qué carga más espantosa me quitaría de los hombros. Vano deseo, puesto que el tiempo, únicamente, nos dirá cual fue el pecho atravesado por la daga de la asesina.

FIN

Notas

[1]
Siempre que el capitán Carter ha empleado medidas de tiempo, distancia, peso, etc., las he traducido a sus equivalentes terrestres con la mayor exactitud posible. Sus notas contienen muchas tablas marcianas y un gran número de datos científicos, ahora en poder de la Sociedad Astronómica Internacional, que se ocupa en clasificar investigar y comprobar ese vasto caudal de notables y valiosos informes. He creído que no añadiría nada al interés de la historia del capitán Carter ni a la suma total de conocimientos humanos conservar un estricto contacto con el manuscrito original en estas materias, a cambio de confundir al lector y de apartar su atención de la narración principal. Sin embargo, para quienes les interese, explicaré que el día marciano tiene algo más de veinticuatro horas treinta y siete minutos de duración (día terrestre). Los marcianos lo dividen en diez partes iguales, que empiezan a contar a eso de las seis de la mañana (hora de la Tierra). Las zodas se dividen en cincuenta periodos más cortos, cada uno de los cuales se compone a su vez de doscientos períodos de tiempo muy breves, casi equivalentes al segundo terrestre. La tabla del tiempo barsoomiano que aquí se da es una parte de la más completa insertada en el manuscrito del capitán.

TABLA:

Doscientos tals: Un xat.

Cincuenta xats: Una zoda.

Diez zodas Una revolución de Marte sobre su eje.

Lista de razas
  • Calot
    : Perro salvaje
  • Doat
    : Criatura que mide casi tres metros de alzada, con cuatro patas de cada lado y una cola aplastada y gruesa, más ancha en la punta que en su nacimiento. Su boca ancha parte su cabeza desde el hocico hasta el cuello, grueso y largo. Está completamente desprovisto de pelo, y es de color apizarrado oscuro y extremadamente suave y brillante. Su panza es blanca y sus patas pasan del apizarrado de su lomo y ancas a un amarillento fuerte en los pies.
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