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Authors: Michelle Nielsen

Creando a Matisse (12 page)

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VISUALIZA EN UN ESTADO RELAJADO DE CONCIENCIA DE ABUNDANCIA

Cuando sea posible, practica la visualización al final de tu sesión de meditación. Si necesitas visualizar en algún otro momento, encuentra un lugar cómodo y privado donde sentarte o tumbarte.

Cuando te sientas cómodo, toma unas cuantas respiraciones profundas y limpiadoras, y relaja conscientemente tu cuerpo desde las puntas de los dedos de los pies hasta lo alto de la cabeza. Piensa en las cosas hermosas que están manifestándose actualmente en tu vida y en el mundo, especialmente las relacionadas con tu visión, y siente gratitud por ellas. Ya estás preparado para empezar tu sesión.

NOTA: algunas personas descubren que la música adecuada les ayuda visualizar más vívidamente. Si piensas que puede ser una de ellas, pon una música evocadora en tus primeras sesiones para ver si te ayuda o si te obstaculiza. Una hermosa balada celta puede vivificar tu visión de viajar a Irlanda con tu familia. Una canción exuberante y romántica puede ayudarte a conectar con sentimientos deliciosos y anhelantes con respecto a esa persona que es la justa para ti.

VISUALIZA CON FE Y RÍNDETE AL PODER SUPERIOR

Mientras visualizas, o cuando hayas acabado tu sesión, pronuncia estas palabras u otras similares:"Todo esto, y mucho más, se está manifestando ahora mismo para mi bien supremo y para el bien supremo de todos los seres sensibles, de la vida y de los espíritus que están por todas partes."(Aprenderás por qué esto es importante en el Noveno Paso.)

>Estudia el proceso de visualización

En estas páginas sólo ha empezado a introducirte al potencial y al poder de la visualización. Te he dado un punto de partida, una aproximación básica que puedes usar inmediatamente para acelerar la manifestación de tus visiones. Pero la visualización te ofrece muchas oportunidades de
acelerar
este proceso todavía más a medida que desarrolles tus habilidades, aprendas lo que otros autores tienen que compartir contigo, y practiques sin parar. (Consultar con
www.ManifestingMatisse.com
o la sección Recursos Recomendados para encontrar libros y grabaciones que te pueden ayudar a ponerte en marcha.)

Estudio de caso: ¡Él vio aquello en lo que creía!

A lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, George Müller, un ministro de Bristol que dirigía un gran orfanato, usó la visualización centrada en la gratitud para alimentar a los niños que tenía su cargo.

Durante unos períodos de depresión económica abrumadora, hubo varias ocasiones en las que el orfanato no tenía alimentos ni dinero para pagar la siguiente comida de los niños. En esos momentos, Müller rezaba pidiendo pan, leche y buenos alimentos para los niños (o los fondos para comprarlos) y los "veía" presentándose en la puerta del orfanato. Él daba gracias a Dios por las provisiones recibidas, y cuándo éstas llegaban, las agradecía alabando al Señor.

Los huérfanos que estaban a su cargo nunca pasaron hambre. Pero eso no es todo. Todos recibieron mucho amor de unos cuidadores excepcionales, una serie de oportunidades educativas sin precedentes (para los huérfanos de aquel tiempo), e incluso recursos iniciales para que poder dar los primeros pasos de su vida adulta con seguridad. Y el sereno ministro fue capaz de financiar todo esto sin jamás solicitar donaciones.

El reverendo Müller era un ser humano excepcional, pero no un superhombre. Era un Maestro Manifestador que había afinado tanto su capacidad de visualizar y dar gracias que era capaz de convertirse en un canal para que el Universo satisficiera las necesidades de los niños a su cargo incluso en los momentos de máxima desesperación.

Resumen: Séptimo Paso

Para aplicar el séptimo paso, conecta con la conciencia de abundancia por medio de la gratitud. Elabora tu lista personal dando gracias por todas las cosas hermosas que se han manifestado en tu realidad y léela regularmente. A continuación, crea una lista de gratitud específica para tu visión, y guárdala junto con el escrito de la visión para leerla (y añadir a ella) a la misma hora cada semana.

En cada sesión de visualización experimenta que tu visión se está manifestando y ya está manifestada. Considera que ya estás viviendo en la realidad que quieres manifestar. Finalmente, permite que tu imaginación emprenda acciones directas para realizar tu visión. Acaba este proceso con fe y rindiéndote al poder superior.

Usa los libros y las grabaciones que aparecen en la sección Recursos Recomendados de este libro para potenciar tu relación con tu Fuente.

Ahora pasamos al Octavo Paso, en el que hablaremos sobre la retirada de los bloqueos emocionales que podrían obstaculizar tu manifestación.

CREANDO A MATISSE: OCTAVO PASO

Todos los niños están cantando, algunos en voz alta y con gran vigor, otros más tímidamente, con los ojos fijos en su profesora. Todos mueven sus manos y brazos teatralmente, haciendo unos simples movimientos que acompañan a la canción. Todos se lo están pasando estupendamente, sonrojándose y sonriendo con placer. Es decir, todos excepto Matisse, que está mirando al espacio con los ojos en blanco. Un niño perdido y fuera de lugar.

Se mueve nerviosamente, pero no del mismo modo que los otros niños que han salido a realizar la representación navideña. Es como si un niño hubiera entrado accidentalmente en el escenario. En cualquier momento, una mamá ruborizada debería salir de la multitud para recogerlo y pronunciar una excusa avergonzada.

La profesora trata de controlar la conducta de Matisse mientras dirige la actuación del resto de los alumnos. La música sigue sonando y su trabajo se vuelve cada vez más difícil. Está claro: él está fuera de lugar. Pero, ¿qué puedo hacer yo?

En mi asiento, trato de permanecer tranquila, pero me resulta imposible. Toda mi fe y mi confianza en Dios, en el universo, y en mi proceso de manifestación parecen desvanecerse en unos pocos minutos. Me siento impotente y desesperanzada.

"Nunca se va a poner mejor. ¿Qué he hecho para merecer esto? ¡No estoy haciendo lo suficiente! ¿Qué le ocurrirá cuando se haga mayor?", y otros pensamientos de condena y preguntas temerosas inundan mi mente. La culpabilidad, las ganas de culpar y la ira atraviesan mi corazón. Las lágrimas amenazan con presentarse, pero me niego a dejarlas salir en este lugar.

Cuando acaba la actuación, los demás padres aplauden orgullosos y saludan emocionados a sus hijos. Incapaz de contener mi zozobra por más tiempo, me excuso y salgo corriendo al baño. Allí, me tomó un descanso rápido para llorar en soledad detrás de la puerta.

Como no quiero que se note que he desaparecido, me recompongo y reparo mi maquillaje tan rápidamente como puedo para disfrazar la evidencia. Seguidamente, vuelvo al auditorio para unirme a mi familia y dar un abrazo a mi hijo.

Necesito más capacidad de recuperación emocional para lidiar con momentos como éste, cuando los problemas de Matisse parecen mayores que mi fe o mi fuerza. Tengo que abordar la culpabilidad y la inadecuación que siento con respecto a su situación. Tengo que hablar con alguien del peaje que pago por el rechazo constante de Matisse. A veces me duele más de lo que me permito reconocer.

"Un joven pintor que no pueda liberarse de la influencia de las generaciones anteriores está cavando su propia tumba."

Henri Matisse

Octavo paso: retirar los bloqueos emocionales

Despeja una ruta emocional para tu manifestación actual y todas las que vendrán mediante el uso de afirmaciones, el reencuadre y terapias probadamente eficaces, comprendiendo que éste es el trabajo de toda una vida.

Pintamos aquello que creemos, aquello que tenemos en nuestros pensamientos, en nuestras vidas y en el mundo. Un pintor que use una paleta cubierta de pigmentos "azul tristeza" y grises sólo puede crear cuadros azules y grises. Asimismo, cuando creencias esencialmente negativas dominan las paletas de nuestra manifestación, es natural que pintemos y traigamos a la existencia realidades negativas en lugar de las visiones que anhelamos manifestar.

Las creencias nucleares son esencialmente adicciones emocionales y mentales. Son hábitos de pensamiento y sentimiento fuertemente arraigados, y como otro tipo de hábitos, puede ser positivos o negativos (pueden ayudarnos o hacernos daño). Los creamos de dos formas fundamentales:


Repetición:
viendo, oyendo, experimentando y afirmando las mismas conductas, pensamientos y sentimientos una y otra vez, hasta que los sentimos parte de nosotros.


Drama o trauma:
experimentamos eventos dolorosos o que nos mueven emocionalmente, y a continuación extraemos conclusiones de ellos sobre nosotros mismos y/o sobre cómo funciona el mundo.

Tal como el agua de un manantial no es el manantial mismo, sino una circunstancia que ha surgido porque el manantial está allí, la mayoría de nuestros pensamientos y sentimientos fluyen de manera natural de nuestras creencias fundamentales.

Así es como funciona: nuestros cerebros operan con impulsos eléctricos, que atraviesan unas células nerviosas llamadas "neuronas" que se comunican entre sí. Las neuronas se envían mensajes por medio de impulsos eléctricos que pasan por unas conexiones llamadas "sinapsis". Cuando experimentamos pensamientos, sentimientos y reacciones una y otra vez, o de manera intensificada, para responder a una situación de tensión, se forman redes neurales.

A partir de ahí, cuando se enciende una sección de esa red con un pensamiento, activa una reacción en cadena que activa muchos otros pensamientos asociados. Pensamos los pensamientos y sentimos los sentimientos en milisegundos. Si esta red es "positiva", nos sentimos inundados de buenos sentimientos, creando un canal claro y abierto para la energía de manifestación. Si la red es "negativa", el desorden emocional y la melancolía nos inundan, bloqueando nuestra capacidad de manifestar. Así, por ejemplo, darte cuenta de que estás a punto de ser promocionado podría poner en marcha una cadena de pensamientos positivos como: "¡Tengo muchas ganas de empezar!" y "¡Mi vida va cada vez mejor!" Por otra parte, la misma toma de conciencia podría poner en marcha pensamientos conscientes y subconscientes como: "Voy a estar demasiado ocupado para atender a mi familia tal como lo hago ahora" o "Se esperará de mí que me relacione regularmente con personas muy importantes, y soy demasiado tímido para eso". Y así, los sentimientos (y acciones) que fluyen a partir de estos pensamientos pueden apoyar tu éxito o sabotearte, dependiendo de las circunstancias aplicables.

Las creencias esencialmente positivas sobre el universo y nuestro lugar en él actúan como canales abiertos por los que fluye la energía creativa hacia las visiones que queremos manifestar.

Éstos son algunos ejemplos de creencias esenciales positivas:

"Todo el mundo tiene un propósito en la vida."

"Todos somos importantes."

"El mundo es un lugar abundante y amistoso."

"La vida es buena."

"Dios ama a la gente incondicionalmente."

"Yo soy una persona buena y valiosa."

"Tengo el poder de cambiar mi vida y el mundo." "Soy amado."

"Merezco vivir la vida de mis sueños."

Las creencias esenciales negativas impiden que la energía creativa fluya hacia nuestras visiones, canalizándola en cambio hacia los resultados que tememos, o que simplemente no deseamos.

Éstos son algunos ejemplos de creencias esenciales negativas:

"Es difícil encontrar amor."

"El éxito exige que dejes atrás a las personas que amas."

"El mundo de ahí fuera es duro y frío."

"Los ricos se hacen más ricos y los pobres se hacen más pobres." 

"Tienes que sacrificar tus valores para seguir adelante."

"No merezco un compañero amoroso en mi vida porque me divorcié e hice daño a mis hijos."

"Soy demasiado mayor para cambiar de profesión."

"Cuando ocurre algo bueno en mi vida, después viene algo terrible."

Estas creencias no sólo bloquean nuestro proceso de manifestación, también eliminan la paz, la alegría y el amor de nuestras vidas. Pero hay esperanza, hay mucha esperanza.

Hasta hace unos pocos años, la mayoría de los científicos asumían que las redes neuronales que gobiernan nuestras creencias esenciales quedaban fijadas en la infancia, y sólo podían ser alteradas ligeramente en la vida adulta, si es que llegaban a ser alteradas en absoluto. Investigaciones recientes han mostrado concluyentemente que se equivocaban. En realidad, la totalidad de nuestro cerebro es muy maleable. Incluso existe un término para describir su maleabilidad: "Neuroplasticidad". Nuestros cerebros pueden ser conformados y reformados como si fueran de plastilina o arcilla, siempre que se den las condiciones adecuadas.

Todo esto implica que actualmente los científicos comprenden lo que los profesores espirituales nos han venido enseñando durante milenios: somos seres conscientes que podemos introducir enormes cambios en nuestras vidas emocionales y mentales. Podemos reestructurar nuestros programas neuronales usando principios que normalmente operan por debajo del nivel de nuestra conciencia.

Podemos re-entrenar nuestros cerebros y retirar bloqueos emocionales a nuestra manifestación creando nuevos patrones de pensamiento, junto con las nuevas reacciones emocionales que les acompañan.

Todo lo que tenemos que hacer es pensar pensamientos que afirmen nuestras creencias esenciales positivas (y de este modo liberen respuestas emocionales positivas) una y otra vez, hasta crear redes neuronales positivas que sean más rápidas, más fuertes y más duraderas de lo que nunca fueron sus contrapartes negativas.

¿Puedes ver dónde nos lleva todo esto? Los pensamientos positivos conscientemente elegidos, reforzados una y otra vez, acaban convirtiéndose en creencias esenciales positivas. A partir de estos pensamientos esenciales positivos fluyen más pensamientos y sentimientos positivos que nos ayudan a manifestar nuestras visiones.

Aquí, en el Octavo Paso, vas empezar una práctica vitalicia de re-entrenar tu cerebro para pensar pensamientos y sentir sentimientos que sustenten y promuevan la manifestación de todas sus visiones, no sólo aquélla en la que estás trabajando actualmente (tu "proyecto de aprendiz"). Las afirmaciones y el re-encuadre serán tus mejores aliados en este proceso.

¡Pero no serán tus
únicos
aliados! ¿Te has visto alguna vez haciendo el esfuerzo de transportar un pesado bulto hasta que un amigo te vio y se acercó para ayudarte y compartir tu carga? Lo que había sido una tarea pesada y desagradable se convirtió inmediatamente en fácil y agradable. La práctica de meditación que aprendiste en el Sexto Paso es ese amigo, que debilita la fuerza de muchas de tus redes neuronales negativas antes de llegar al Octavo Paso.

(De hecho, esta relación sinérgica es uno de los aspectos más emocionantes de este paso del proceso de manifestación. Desde que empecé a meditar, la gente me ha venido diciendo cosas como: "¡Resulta mucho más difícil ponerte de los nervios!" Lo cierto es que gracias a la sanación que produce una simple meditación diaria las cosas me afectan menos.)

El Octavo Paso es el trabajo de toda una vida. No obstante, en las primeras semanas y meses de su aplicación se pueden conseguir grandes cosas, y se pueden retirar algunos de los mayores bloqueos emocionales.

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